La deslocalización es la práctica realizada por las empresas que se basa en el traslado de las plantas de producción de un lugar a otro ubicados estratégica y geográficamente en diferentes áreas, ya sea nivel regional, o a nivel internacional.

En la práctica son muchas las multinacionales las que realizan este traslado por decisión y razones entre las que se encuentran la reducción de costes en producción, reducción de cargas fiscales, leyes más favorables en cuanto a la regulación laboral y medioambiental en su legislación interna.

Es cierto que esta práctica, la deslocalización favorece el descenso de los costes operativos a la vez que se mantiene o incrementa el nivel de producción; También aumentan los puestos de trabajo en las áreas geográficas donde ha decidido ubicarse. No es menos cierto que estas ventajas también incitan a la creación de empleos de baja calidad y aumento de la contaminación en esas zonas entre otras.

España estos últimos años ha vivido de cerca esta práctica; muchas plantas de producción de empresas multinacionales se han trasladado a países del este de Europa ejemplo de ello el sector de los componentes de automoción.

La deslocalización es una práctica que tiene ganadores y perdedores, la empresa consigue aumentar su eficiencia y el país de destino se beneficia de la nueva industria implantada en el país.

La pandemia del Covid-19 ha demostrado los aciertos o desaciertos, la dependencia para autoabastecerse y en algunos la paralización de cadenas de producción por esta práctica.

 

 

Joan Doliu,

Quim Casellas, Àlex Martin, Eduard Oñate, Alejandro Villarreal, Pere Cullell

 Francesc Argemi.

Estudiantes grado de Logística y Negocio Maritimo.