UN SIMULACRO DE DISTRIBUCIÓN DE LA VACUNA COVID19
Contexto
A lo largo de la actual pandemia se han producido y sufrido situaciones de desabastecimientos, descoordinación, caos informativo, diversidad de criterios o dudas sobre su efectividad.
En un futuro cercano se prevé disponer de vacunas masivamente producidas y transportadas desde origen extranacionales, principalmente por vía aérea, hasta centros principales nacionales, junto a su distribución capilar desde estos hasta los centros intermedios y finales de aplicación. Y todo ello garantizando que tanto en transporte como en almacenamiento, ambos en ámbitos de distinta escala, se garanticen las condiciones de conservación de las vacunas.
La complejidad de esta operación logística no sólo reside en la disponibilidad de recursos materiales fijos y móviles, sino que también requerirá el concurso de medios humanos, a lo largo de toda la cadena logística, que conozcan y apliquen procedimientos reglados uniformes para el manejo del flujo y su control.
Cadena logística
Algún reportaje periodístico ya ha mostrado la complejidad del mero continente necesario – individual, paquetes, bultos, contenedores ULD – tanto para su manejo como para garantizar las condiciones de climatización que se requiere.
Así, sólo podrán recibir envíos foráneos aquellos aeropuertos que dispongan de cámaras frigoríficas adecuadas a las temperaturas de conservación ode medios para transferir con garantías el material hasta un centro de almacenamiento. Igualmente deberán disponerse, identificados y certificados, de los vehículos terrestres que realizarán una primera distribución. Esta red de aeropuertos, almacenes y las flotas locales requeridas deben preverse con la mayor anticipación razonable y posible, pero no quedar al albur de la improvisación, la duda o el “prueba y error”. Igualmente cabe considerar para los medios de desintegración y manipulación de la carga.
Los puntos almacenes intermedios deben igualmente disponer de los elementos de almacenamiento masivo, en las condiciones de climatización prescritas, necesarios mientras se realiza la distribución capilar hasta los centros de aplicación. Y, a su escala, en estos últimos puntos.
Procedimientos operativos
Pero estas condiciones materiales no garantizan el éxito. Se requiere disponer en cada eslabón de la cadena logística de procedimientos técnicamente fiables. Un cuerpo de doctrina que tampoco puede quedar a la idiosincrasia de cada centro receptor o de aplicación, ni al criterio de cada una de las autoridades autonómicas competentes. Y sin embargo, los procedimientos no deben presuponer condiciones no disponibles en territorios, áreas o centros que por densidad de población, muy baja o muy alta, distancias, dotación de personal, medio informáticos, equipos de trabajo, etc. hagan inviables o ineficaces los términos del procedimiento. De todo ello se desprende que la gestión del flujo logístico, y de su base de conocimientos procedimentales, debe integrarse en una red TIC accesible desde y para cualquier eslabón de la cadena logística.
Controles operativo y de gestión
El flujo del material antiviral debe realizarse de forma que en cada momento pueda tenerse un conocimiento exacto de la situación de cada partida enviada – en sus diferentes niveles de tamaños, distancias y medios de transporte – algo que las compañías de paquetería ya consiguen. Pero se requerirá algo más que, en razón de la escasez del producto, maneje las asignaciones de partidas según necesidades de la población y medios de cada punto intermedio o final.
Y previamente será el conocimiento de estas características en estos puntos las que determinen la capacidad de absorción de envíos y su demanda final. Es obvio que habrá que utilizar medios heurísticos para calcular asignaciones de las que dependen vidas humanas.
La responsabilidad social que la operación supone, exige que los sistemas de información al servicio de la cadena logística provean los informes – coherentes, claros, completos – que socialmente se demandarán.
Equipo humano
El personal operativo, que materializará y controla la cadena logística, no será el valioso y escaso personal sanitario, sino personas capaces de integrarse en una disciplina laboral que le exigirá desarrollar tareas con estricta sujeción a procedimientos, al trato de la información de forma fiable y confiable. Y no puede caerse en la discusión sobre “galgos y podencos” a la hora de seleccionar las tipologías profesionales ni los status personales.
Estas novedades procedimentales no son asimilables mecánicamente a la forma en que se ha manejado los medios disponibles en la cultura de la normalidad. Además, su introducción debe ser rápida y eficaz. De ambas premisas se deduce que tal universo procedimental debe ser introducido como formación específica e intensa de los equipos humanos afectados y no como mera distribución de circulares no siempre atendidas ni entendidas. Surge por tanto la necesidad de crear en paralelo la documentación de las tareas y la formación de los formadores que se requieren.
Fase de diseño integrado y simulación
La complejidad de la operación logística apuntada requiere un potencial de diseño e integración de sistemas para la selección de los medios físicos y humanos disponibles, y de un esfuerzo multidisciplinar, coordinado pero no jerarquizado en exceso. Evidentemente los productos, procedimientos, organizaciones y medios actuales – tanto públicos como privados – deben ser incorporados, pero con una lógica común, no necesariamente coincidente con sus planteamientos en situación de normalidad, constituyendo un sistema integrado.
El diseño presentará forzosamente puntos que deberán revisarse y corregirse. Por ello resulta imprescindible proceder a un diseño por etapas y entrar tan pronto sea posible en la simulación de su funcionamiento. Sólo con los resultados y enseñanzas de una simulación, operación real adelantada en el tiempo a la disponibilidad de vacunas, el sistema tendrá oportunidad de éxito. Sin ella se corre el riesgo muy probable de un caos servido en carpetas. La otra alternativa es confiar en los medios actuales y actuando de acuerdo con los procedimientos de la normalidad de cada cual.
Final
Dada la premura de tiempo, no podrán confiarse a las habituales y largas prácticas de concurso, evaluación y adjudicación la consecución de los servicios de diseño y simulación. Aquí será preciso acudir a un planteamiento excepcional y con suficiente transparencia para que no sea un motivo adicional de trifulca social.
NOTA ACLARATORIA
Este texto se ha introducido como ejemplo de la oportunidad de enfoques logísticos a la resolución de problemas reales. Esperemos que la realidad discurra por lineamientos similares.